Pocos saben que en el antiguo barrio “Los Guindos” de la comuna de La Reina se encuentra, el que fuera en otrora, un espacio cultural de una riqueza singular. Tal espacio está dado por la casa “Michoacán”, correspondiente a la primera adquisición inmobiliaria de Pablo Neruda, estando casado con la artista plástica de nacionalidad argentina, doña Delia del Carril Iraeta.
Esta mujer estuvo ligada a las bohemias artísticas de Argentina y España; en este último lugar conoció al cónsul chileno de la época: Pablo Neruda. Al estallar la Guerra Civil Española, la pareja se dirigió a Méjico, en donde contrajeron matrimonio.
Tras haber pasado una temporada en tal región, se instalan en nuestro país, específicamente en una amplia casa de la avenida Lynch, a la que denominaron “Michoacán de los Guindos”, en alusión a la provincia mejicana, objeto de las odas nerudianas. El terreno en donde se emplaza la morada tiene una extensión de 5000 metros cuadrados y la misma está hecha de adobe y madera, nobles materiales de las construcciones campesinas; en efecto, la casa en antaño pertenecía al Llavero del antiguo fundo “Los Guindos”.
En este lugar se encontraban los grandes intelectuales, artistas y literatos de aquel entonces. En el anfiteatro ubicado en el patio trasero de la casa, bautizado por el poeta como “Federico García Lorca”, en honor al autor español, se presentó el Ballet Ruso, cantó doña Violeta Parra, entre otros eventos. En este patio también se encuentra un gran nogal, lugar en donde Pablo encontró la inspiración para escribir algunas de sus Odas Elementales y, también, es ahí en donde se inicia el Canto General.
También fue en este lugar en donde Pablo celebra sus 50 años de vida, acompañado de su mujer, de su hermana Laura y de destacados amigos, como el Doctor Salvador Allende y el Rector de la Universidad de Chile, don Juan Gómez Millas. En tal momento, Neruda enterró algunos poemas inéditos en el patio de la casa, para que cuando se cumpliera un siglo de su nacimiento, fueran desenterrados y publicados, cuestión que jamás se ha hecho.
Con la separación del matrimonio, comienza en este lugar la vida privada de Delia, desarrollándose principalmente como grabadora y pintora.
Posteriormente, muere en 1989, a los 104 años de edad y sus cenizas aún se conservan en su dormitorio, que también le servía como taller.
Ya que no tenía herederos, la Hormiguita (apodo por el que es conocida), lega la casa al Partido Comunista, en la persona de don Luís Corvalán. Desde entonces que esta colectividad política tiene a su cuidado la casa y el patrimonio artístico-cultural de la grabadora. Sin embargo, esta tarea no ha sido fácil, de hecho, la casa por mucho tiempo no recibió el mantenimiento adecuado y pudo subsistir gracias al esfuerzo de dos fieles empleados de la artista: Rosita y Manuel.
Esta mujer estuvo ligada a las bohemias artísticas de Argentina y España; en este último lugar conoció al cónsul chileno de la época: Pablo Neruda. Al estallar la Guerra Civil Española, la pareja se dirigió a Méjico, en donde contrajeron matrimonio.
Tras haber pasado una temporada en tal región, se instalan en nuestro país, específicamente en una amplia casa de la avenida Lynch, a la que denominaron “Michoacán de los Guindos”, en alusión a la provincia mejicana, objeto de las odas nerudianas. El terreno en donde se emplaza la morada tiene una extensión de 5000 metros cuadrados y la misma está hecha de adobe y madera, nobles materiales de las construcciones campesinas; en efecto, la casa en antaño pertenecía al Llavero del antiguo fundo “Los Guindos”.
En este lugar se encontraban los grandes intelectuales, artistas y literatos de aquel entonces. En el anfiteatro ubicado en el patio trasero de la casa, bautizado por el poeta como “Federico García Lorca”, en honor al autor español, se presentó el Ballet Ruso, cantó doña Violeta Parra, entre otros eventos. En este patio también se encuentra un gran nogal, lugar en donde Pablo encontró la inspiración para escribir algunas de sus Odas Elementales y, también, es ahí en donde se inicia el Canto General.
También fue en este lugar en donde Pablo celebra sus 50 años de vida, acompañado de su mujer, de su hermana Laura y de destacados amigos, como el Doctor Salvador Allende y el Rector de la Universidad de Chile, don Juan Gómez Millas. En tal momento, Neruda enterró algunos poemas inéditos en el patio de la casa, para que cuando se cumpliera un siglo de su nacimiento, fueran desenterrados y publicados, cuestión que jamás se ha hecho.
Con la separación del matrimonio, comienza en este lugar la vida privada de Delia, desarrollándose principalmente como grabadora y pintora.
Posteriormente, muere en 1989, a los 104 años de edad y sus cenizas aún se conservan en su dormitorio, que también le servía como taller.
Ya que no tenía herederos, la Hormiguita (apodo por el que es conocida), lega la casa al Partido Comunista, en la persona de don Luís Corvalán. Desde entonces que esta colectividad política tiene a su cuidado la casa y el patrimonio artístico-cultural de la grabadora. Sin embargo, esta tarea no ha sido fácil, de hecho, la casa por mucho tiempo no recibió el mantenimiento adecuado y pudo subsistir gracias al esfuerzo de dos fieles empleados de la artista: Rosita y Manuel.